Si bien los orígenes de la terapia ocupacional pueden remontarse a un par de milenios antes de Cristo, cuando en imperios como el chino o el egipcio ya se utilizaba el entrenamiento físico y la actividad lúdica para recuperar la salud o, de acuerdo a sus creencias, asegurar la inmortalidad, lo cierto es que como profesión su historia es relativamente reciente en nuestro país. De hecho, fue en la Universidad de Chile donde se formaron los primeros terapeutas ocupacionales, a partir de 1963, merced a un convenio con la Oficina Panamericana de la Salud.

Desde entonces, si bien los terapeutas ocupacionales han sabido ganarse un espacio dentro de los equipos de salud, ha sido durante la pandemia de COVID-19 cuando su aporte ha sido aún más importante, como parte de los equipos multidisciplinarios que, contra todas las adversidades, se esfuerzan a diario para recuperar a quienes han sido capaces de ganar la primera batalla contra la enfermedad. Algo de lo que ya dimos cuenta en este artículo:

La terapia ocupacional y su aporte en el manejo de los pacientes con COVID-19

En el Hospital Metropolitano contamos con un equipo de lujo, formado por 14 terapeutas ocupacionales, que se distribuyen en nuestras áreas de cuidados medios y críticos, a quienes se suma una costurera encargada de apoyar en la creación de distintos elementos que se utilizan en beneficio de los pacientes. Es un trabajo que requiere de compromiso, inventiva y, sobre todo, cariño. Un trabajo que los invitamos a conocer en el siguiente video.