Hace algunos meses, la doctora Carmen Andrade le hizo una promesa a la directora del Hospital Metropolitano, Margarita Samamé: “Cuando me jubile, me voy a contactar contigo para ayudarte”. Ambas profesionales fueron parte del Hospital San Juan de Dios y a la especialista broncopulmonar el proyecto que se estaba llevando adelante en el HosMet siempre le pareció atractivo.

“Entiendo que, en un proyecto como éste, el apoyo de las especialidades es escaso”, explica la doctora Andrade, quien cumplió su palabra y, tras jubilar el primer día de mayo, decidió donar su tiempo y trabajar ad honorem con la idea de “formar, en seis meses, a los médicos que están trabajando aquí para que puedan realizar fibrobroncoscopías”.

En términos simples, este procedimiento consiste en la introducción por la nariz de un tubo flexible (endoscopio) con luz y una cámara en un extremo, que le permite al especialista recorrer la laringe, la tráquea y hasta los bronquios, con el fin de diagnosticar enfermedades o extraer cuerpos extraños o mucosidades.

La especialista broncopulmonar comenta que “la fibrobroncoscopía es uno de los exámenes de mayor riesgo para quienes lo realizan en pandemia, por lo que no es cosa de llegar y hacerlo. Debe estar justificado y se requiere un equipo muy bien entrenado para evitar riesgos de contagio, sobre todo para el médico que debe manejar el endoscopio”.

“Hoy, por lo mismo, es una excepción… pero a veces hay que hacerlo no más”, afirma.

Gracias a su aporte, precisamente, en nuestro hospital ya realizó una primera fibrobroncoscopía “con protocolos muy estrictos” y con un equipo que contaba con personal capacitado, “porque esto es un trabajo en equipo. Pero es un examen que se aprende haciéndolo, así lo aprendimos todos y la idea es ojalá dejar a dos o tres médicos formados para ello en seis meses, porque es un procedimiento que puede ser bastante útil para pacientes críticos”.

LA SALUD PÚBLICA EN PANDEMIA
Tras largos años en el sistema público de salud, especialmente en el San Juan de Dios, la doctora Andrade se manifiesta orgullosa del trabajo que se hace en nuestra red asistencial.

“Creo que si bien es fácil escuchar opiniones con críticas destructivas, creo que el manejo de esta pandemia ha sido bien hecho, con todas las limitaciones de recursos y de personal”, asegura.

“La historia de Chile en atención de salud es potente”, apunta la médico broncopulmonar, añadiendo que “se tiende a olvidar que fuimos uno de los primeros países en tener un sistema público de salud, que le dio garantías a gran parte de la población de Arica a Magallanes y eso ocurrió en los años 50, cuando Salvador Allende era Ministro de Salud (del Presidente Pedro Aguirre Cerda) y sacó adelante su proyecto (la Ley del Sistema Nacional de Salud, aprobada en 1952)”.

“Eso ha sido una fortaleza en el manejo de la pandemia. Y si bien el número de infectados ha sido alto, no nos podemos comparar con países europeos, donde el hacinamiento o el salir a trabajar todos los días no es una realidad. Y aún así, en términos de mortalidad, la nuestra está dentro del promedio que han tenido países de muchos más recursos. Eso no lo podemos omitir”, afirma.