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10 de mayo de 2021

Inmunóloga chilena asegura que no entender el coronavirus debe alentar a los científicos

Hasta hace unos años, pensar en una pandemia de alcance mundial parecía algo sacado del mundo de la ciencia ficción, desde Dustin Hoffman dando caza a un mono llevado ilegalmente a Estados Unidos en la película “Epidemia” hasta ponernos al mando de una PlayStation para salvar a una niña que podría ser el centro de la cura en el videojuego “The Last of Us”.

Hoy, sin embargo, términos como coronavirus o brote pandémico parecen ser habituales en el vocabulario común y en redes sociales abundan los “expertos” que estudiaron en Google el origen de la pandemia o la “plandemia”, como gustan llamarlo los conspiracionistas de turno, que beben de la misma agua que los terraplanistas o los grupos que se oponen a las vacunas.

Es al desafío de convencer a esas masas sugestionables al que deben hacer frente hoy en día los científicos de todo el mundo, como lo hizo ver en una interesante entrevista con BBC Mundo la reconocida inmunóloga chilena Ana María Lennon, formada en la Universidad de Chile y con estudios en el Instituto Pasteur de Francia y la Universidad de Harvard en Estados Unidos.

“Me entristece el desconocimiento profundo de lo que es el proceso de hacer vacunas”, afirma esta científica chilena, quien en 2018 fue reconocida con el Premio Nacional de Investigación, otorgado por el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia, y hoy trabaja en el Instituto Curie de ese país europeo.

Sobre el tema del desarrollo de las vacunas, explica que si bien “es cierto que el coronavirus no se había descrito hasta el año pasado, también es cierto que desde hace casi un siglo se vienen fabricando vacunas. Los científicos saben hacer vacunas”.

Lennon profundiza: “Dos de las vacunas que están funcionando muy bien son de ARNm, que son muy novedosas”. Se refiere a las de Pfizer-BioNTech, que fue la primera aplicada en Chile, y la del laboratorio Moderna, que aún no llega a nuestro país. A su juicio, “son vacunas que ya se habían hecho en el contexto de cáncer” y que si bien no habían sido eficientes contra esa enfermedad, “sí se habían estudiado desde el punto de vista de la seguridad, así que la tecnología ya estaba y el riesgo ya había sido en gran parte evaluado”.

Respecto a las otras vacunas, como la Sinovac que se ha aplicado masivamente en nuestro país, detalla que “tiene un virus atenuado. Eso representa cero riesgos, excepto un poco de fiebre y sentirse mal un par de horas”.

“Las otras vacunas que utilizan vectores virales, adenovirus, esos son vectores muy clásicos que se usan en muchas otras vacunas. Entonces, si la gente se vacuna contra la gripe que utiliza ese mismo tipo de vector, ¿por qué no se quiere vacunar contra el coronavirus? Eso es absurdo. Es totalmente absurdo”, asegura.

La científica chilena dice estar “impactada” por el golpe que ha significado la pandemia, “quiero volver a la normalidad y pienso que la única manera de hacerlo lo más rápido posible es que todo el mundo se vacune”.

Respecto al auge de la “opinología” respecto al virus, Lennon considera que, para los científicos, esto es hasta cierto punto “gracioso, porque somos todo lo contrario. A nosotros nos cuesta mucho hablar de algo antes de entenderlo en profundidad”.

“Yo, por ejemplo, no me atrevería considerarme experta en virus. No soy viróloga, soy inmunóloga y bióloga celular. Me considero experta en células dendríticas, en macrófagos, en migración celular, pero no me considero experta en absoluto en virus. Entonces, sí me hace mucha gracia que gente que ni siquiera es científica se pueda considerar experta”, apunta.

A su juicio, “hay un desconocimiento profundo de lo que es la ciencia y el proceso científico por parte de la sociedad y eso es lo que la pandemia nos ha revelado. Me parece que nuestra misión en adelante, y también la misión de los profesores y de todos los que van a definir la educación científica en una sociedad, es hacer entender ese proceso”.

Por último, en torno a las preguntas pendientes que deja el coronavirus advierte que “son miles” las que aún no tienen respuesta, como “por qué en mucha gente no tiene ningún efecto o síntoma y por qué a otra gente la mata. Ese es un punto central y mientras no se haya entendido eso, no vamos a entender esta enfermedad”.

“Hay pistas que sugieren que probablemente la respuesta rápida del sistema inmune al virus no se pone bien en marcha en ciertos individuos y eso hace que las etapas más tardías de la respuesta inmune no se regulen, y eso genera una inflamación masiva. Pero eso es una pista, hay muchas otras”, señala.

Concluye que “lo que hay que decir es que tenemos una herramienta fabulosa para detener la pandemia, que son las vacunas. Sin embargo, por qué el virus tiene efectos casi inexistentes en ciertas personas y en otras los mata, no se entiende. Y eso no es desalentador, todo lo contrario, tiene que alentar a los científicos. A nosotros nos interesa lo que no se entiende, no lo que se entiende. Y así debería ser en la población, que cada uno se interese en lo que no se entiende”.