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16 de agosto de 2021

Desarrollan revolucionario apósito de bajo costo para heridas crónicas

Uno de los grandes riesgos en la medicina moderna tiene que ver con las infecciones, un problema que afecta a millones de personas cada año en el mundo y que es la primera causa de amputaciones. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) estima que son más de 45 millones los pacientes que sufren heridas crónicas avanzadas, que son aquellas que no responden a las terapias tradicionales.

La necesidad de resolver este problema, como se ve, es urgente y por lo mismo un grupo de investigadores, de 15 centros repartidos en todo el mundo, están desarrollando en conjunto un apósito de biopolímero, creado a partir de una combinación de moléculas y enfocado en ayudar a curar heridas crónicas.

El grupo internacional de universidades es liderado por la estadounidense Universidad Estatal de Michigan (MSU), pero en éste participan otras tan prestigiosas como las de Harvard, la alemana Siegen o la española de Santiago de Compostela.

Los resultados preliminares de ese trabajo fueron publicados hace pocos días en la revista académica Molecular Pharmaceutics, donde dan cuenta de cómo, luego de tres años de estudio sobre los materiales más avanzados para curar el tejido cardiaco, la lucha contra las infecciones y el refuerzo del sistema inmunológico, crearon el prototipo de un apósito sintético antibacteriano y autodegradable.

“Pese a existir numerosos remedios comerciales para este tipo de lesiones, estos no siempre son efectivos, mientras que otros que utilizan tecnología de alta gama terminan siendo muy caros para los sistemas de salud”, expresó en la publicación el investigador principal, Morteza Mahmoudi, quien es experto en nanomedicina y medicina regenerativa en la MSU.

A su juicio, “aquí había un problema y lo estamos resolviendo. Un funcionario de la salud hace un tiempo me dijo que cuando ves demasiados productos en el mercado que se supone que curan lo mismo, entonces eso significa que ninguno de ellos funciona”.

Mahmoudi afirmó que “las heridas crónicas son una de las cosas más difíciles que deben afrontar los médicos y si quieres hacer apósitos que funcionen para la mayoría de los pacientes del mundo, entonces deben ser fáciles de usar, prácticos y también baratos. A eso apuntamos”.

Si bien el apósito está en su etapa de ensayo piloto, los resultados ya son prometedores y del grupo de 13 pacientes con heridas crónicas que utilizar el producto, todos se curaron.