A mediados del 2018, la situación sanitaria en el país era complicada, por la acumulación de casos en listas de espera y con una deuda importante de camas en la red. Fue entonces que el doctor Francisco Miranda, Director del Servicio de Salud Metropolitano Occidente, entendió que era el momento de plantear un ambicioso proyecto para recuperar las dependencias del antiguo Hospital Militar y levantar allí un nuevo Hospital Metropolitano, una vez que el Félix Bulnes se mudara a sus nuevas instalaciones en Cerro Navia.

“El proyecto estaría enfocado en sacar adelante las listas de espera quirúrgicas y no quirúrgicas, tanto GES como no GES, dándole un carácter metropolitano, es decir, que sirviera a toda la región y no sólo a nuestro servicio. Se hicieron todas las estimaciones, los costos, la ingeniería y se presentó al Ministerio de Salud como algo a realizar tras la partida del Félix Bulnes. Pero claro, llegó la pandemia y eso cambió las cosas”, recuerda el médico.

La crisis sanitaria, según Miranda, “nos obligó a reorientar nuestros esfuerzos y, al tener este proyecto, junto con el entonces Ministro de Salud, Jaime Mañalich, decidimos abrir el Hospital Metropolitano y hacer una parte importante de la inversión planificada, con el objeto de atender exclusivamente a pacientes con COVID-19”.

– ¿Cuál fue el principal desafío o las mayores dificultades que debieron enfrentar en ese arranque?
– El principal desafío era reparar y rehabilitar la infraestructura, pues el daño por el paso de los años era enorme. El recinto estaba inutilizable como un centro de salud. Esas deficiencias habían sido puestas de manifiesto mucho antes, pero siempre estaba la idea de que el Félix Bulnes se iba a ir a su nuevo recinto y la inversión se concentraba allí. Esa fue la primera dificultad.

El Director de Salud Occidente detalla que la segunda fue un factor tanto o más apremiante: el tiempo.

“No lo había y, por lo tanto, hubo que trabajar esto muy rápido, sin descanso, teniendo que encontrar una empresa que pudiera encargarse de construir en medio de una pandemia”, explica.

Y suma que la otra gran complicación “era que para poder abrir un hospital se necesita personal y, en ese momento, no era posible conseguir cargos públicos, por lo que prácticamente todo el personal con responsabilidades administrativas fueron cargos que debimos reclutar dentro de nuestro Servicio, redestinando a personas que cumplían funciones muy importantes con nosotros y en otros hospitales”.

“Al cabo, logramos juntar a cerca de 30 personas para cubrir esos cargos y enviarlas a abrir el hospital, con todo el personal clínico contratado vía  compra de servicios a empresas externas inicialmente, para luego ir reemplazando sus contratos por honorarios”, detalla el doctor Miranda.

– ¿Qué balance hace del funcionamiento del hospital en este primer año?
– Es extremadamente positivo. Cuando empezamos, lo hicimos abriendo 12 camas, luego 24 y así sucesivamente, y en la medida que los constructores iban saliendo, iba entrando el personal clínico, habilitando las camas, incorporando tecnología, porque estas eran camas críticas, con monitores, ventiladores mecánicos, etcétera. Y luego estaba todo el soporte, la imagenología, la farmacia, los sistemas informáticos para hacer funcionar el hospital.

“Este hospital se abrió con ficha electrónica y es el único hospital de la red que tiene ficha electrónica”, valora el Director de Salud Occidente, agregando que “se aprovechó un momento de extrema urgencia, con muy poco tiempo, para abrir un hospital que yo diría que, en este instante, funciona como los más modernos del país en cuanto a tecnología”.

– ¿Cuál es el desafío que deberá asumir el HosMet pensando en un futuro post pandemia?
– Tenemos establecido que el COVID dejará de ser una pandemia para pasar a ser una endemia y una de las cosas principales es que los hospitales generales que tenemos en la Región Metropolitana tendrán que dar cuenta de la rémora que ha significado en todas las otras patologías el crecimiento exponencial de las listas de espera, con muchos procedimientos suspendidos por la pandemia.

Por lo mismo, según el médico, “mientras antes saquemos de los hospitales a los pacientes con COVID será más fácil operar a quienes están esperando y los recintos podrán recuperar su actividad normal. Ahí es donde entrará en juego el Hospital Metropolitano, que tendrá un rol clave tras la pandemia, pues irá recibiendo a los pacientes con COVID para ir liberando a los otros hospitales. Ese devenir creemos que durará al menos un año”.

“Luego, en la medida que vaya disminuyendo este tipo de pacientes, quedarán áreas importantes del HosMet que se van a poder redestinar, utilizando obviamente todos los protocolos, para comenzar a hacer otras actividades clínicas, porque habrá una necesidad y el Estado de Chile no se puede dar el lujo de cerrarlo después de haber invertido fuertemente en este hospital, de toda la organización y de todo lo que hay funcionando”, afirma.

“No podemos perderlo”, asegura Miranda, acotando que “iremos por tanto abriendo nuevas actividades en la medida que vayamos necesitando menos camas COVID. Y ahí tenemos una parte del proyecto de infraestructura que quedó pendiente, que son 18 pabellones quirúrgicos, que son la unidad de endoscopía y algunas técnicas importantes de imagenología, lo cual hará funcionar al hospital como originalmente se había planificado”.

A su juicio, “por todo esto, al Hospital Metropolitano le auguramos muchos años más de funcionamiento, décadas probablemente, porque ese recinto va a servir mucho a la Región Metropolitana para aumentar la capacidad de producción del sistema público de salud”, pudiendo ofrecer una alternativa “más eficiente, barata y con mayor satisfacción de los usuarios” a la opción de que Fonasa deba comprar prestaciones a los servicios privados de salud.

– ¿Qué mensaje, por último, le enviaría a los trabajadores del hospital?
– Les agradezco todo el esfuerzo, la dedicación, la responsabilidad y el profesionalismo que han tenido, porque han realizado algo que era casi imposible de hacer. Ha sido una empresa muy exitosa, que hemos logrado sacar adelante gracias a todos los funcionarios y todas las personas que nos han ayudado.

“No olvidemos a los muchos profesionales extranjeros que, gracias a las normas especiales que tuvimos por la pandemia, pudieron ser incorporados y han dado cuenta de ser excelentes profesionales, que han puesto todo de sí, al igual por supuesto que los chilenos”, explica el Director.

El médico cree que esto hace que “el Metropolitano sea un hospital que tiene una mística especial, donde se ha podido plasmar el que funcionarios de diversos países hayan podido trabajar juntos, generar protocolos y llevar adelante un trabajo exitoso que ha permitido salvar muchísimas vidas”.